Una licitación es un proceso competitivo mediante el cual una entidad, generalmente pública, invita a proveedores o contratistas a presentar propuestas para la realización de un proyecto, la adquisición de bienes o la prestación de servicios.
En Chile, el proceso de licitación es un mecanismo ampliamente utilizado por el sector público y privado para la contratación de bienes y servicios.
Se trata de un proceso formal y transparente en el que diferentes proveedores compiten para ofrecer la mejor oferta técnica y económica. Estos deben seguir una serie de procedimientos regulados por la ley.
El objetivo de la licitación es seleccionar la mejor oferta basada en criterios de calidad, costo y cumplimiento de las condiciones establecidas.
Este mecanismo es regulado por la Ley de Compras Públicas de Chile (Ley N°19.886) y su reglamento. Este establece los principios de transparencia, igualdad de oportunidades, competencia y eficiencia en la contratación pública.

Tipos de licitaciones
Licitación pública
Cualquier proveedor que cumpla con los requisitos establecidos puede participar. En nuestro país, las licitaciones públicas se gestionan a través del portal Mercado Público, conforme a lo dispuesto en la Ley de Compras Públicas.
Esta modalidad se utiliza principalmente cuando no existe un Convenio Marco vigente o cuando el monto de la contratación supera las 1.000 UTM. Su objetivo es garantizar transparencia, libre competencia y una gestión eficiente de los recursos estatales.
Tipos de licitaciones públicas (L1, LE, LP, LQ y LR)
Los tipos de licitaciones públicas en Chile se clasifican por tramo de monto en Unidades Tributarias Mensuales (UTM). Esta clasificación influye directamente en los requisitos de postulación, criterios de evaluación y tiempos del proceso.
- La categoría L1 corresponde a procesos de menor cuantía, bajo 100 UTM.
- Las LE abarcan montos entre 100 y 1.000 UTM.
- Las LP se aplican a contrataciones sobre 1.000 UTM.
- Las LQ van relacionadas con adquisiciones específicas, como obras o consultorías.
- Las LR son reguladas por normativas especiales o convenios internacionales.
Licitación privada
Ahora bien, cuando hablamos de lo que es una licitación privada, la entidad compradora invita directamente a un número acotado de proveedores previamente seleccionados.
Aunque es una práctica común en el sector privado, también puede aplicarse en el ámbito público en casos específicos permitidos por la normativa.
Generalmente, se requiere invitar al menos a tres proveedores por rubro, lo que permite mantener una competencia limitada pero controlada. Resulta útil cuando se necesita reducir plazos o asegurar una mayor calidad técnica de las ofertas.
Licitación internacional
Amplían el espectro de participación, permitiendo que proveedores extranjeros presenten sus propuestas.
Se utilizan en proyectos que requieren soluciones especializadas no disponibles localmente o cuando la financiación proviene de organismos internacionales. Aunque se rigen por los principios de la licitación pública, este tipo de procedimiento incluye consideraciones sobre el idioma, requisitos legales y aspectos aduaneros.
Contratación o Trato Directo
El trato directo es una modalidad excepcional que permite adjudicar contratos sin proceso licitatorio, en situaciones debidamente justificadas.
Se recurre a esta vía en casos de emergencia, ausencia de proveedores disponibles o cuando la compra requiere condiciones técnicas muy particulares.
Si bien facilita una gestión más ágil, su uso está estrictamente regulado para resguardar la probidad y eficiencia en el uso de fondos públicos.
Proceso de licitaciones públicas y privadas
Ambos tipos de licitaciones forman parte del sistema de compras del Estado y están reguladas por la Ley N.º 19.886. En las licitaciones públicas, cualquier empresa que cumpla con los requisitos establecidos puede participar.
El proceso busca asegurar la mayor transparencia y concurrencia posible, y se estructura en etapas: publicación, presentación de ofertas, evaluación, adjudicación y firma del contrato.
En cambio, las licitaciones privadas limitan la participación a proveedores previamente seleccionados por la entidad compradora. Aunque también deben seguir un procedimiento formal, su convocatoria es restringida y se utiliza en casos justificados, como procesos fallidos, emergencias o contrataciones que requieren confidencialidad.
Ambos tipos de licitación exigen a las empresas cumplir con condiciones técnicas, administrativas y financieras. Por eso, contar con garantías, como las que ofrecemos en Avla, facilita el acceso a procesos licitatorios con respaldo confiable y ágil.
Licitaciones para pymes
Las pymes pueden participar en distintos tipos de licitaciones públicas y privadas, siempre que cumplan los requisitos definidos en cada proceso.
En nuestro país, la mayoría de estas oportunidades están disponibles a través del portal Mercado Público, donde las empresas deben registrarse para acceder al sistema.
Una de las vías más accesibles es la Compra Ágil, una modalidad pensada para adquisiciones menores a 100 UTM, con procesos más simples y rápidos. También pueden postular a licitaciones públicas mayores, licitaciones privadas por invitación, Convenios Marco y, en algunos casos, incluso a licitaciones internacionales.
Para participar con éxito, hay que revisar cuidadosamente las bases, preparar la documentación requerida y seguir los plazos establecidos.
ChileCompra también ofrece capacitación y recursos para apoyar a las pymes en este proceso. Con la estrategia adecuada, el mercado público puede ser una fuente constante de oportunidades para negocios de menor tamaño.

Diferencia entre licitación y cotización
Aunque ambos son mecanismos de adquisición de bienes y servicios, existen diferencias importantes.
- Licitación: es un proceso formal y regulado, que implica la preparación y presentación de una propuesta técnica y económica en respuesta a un pliego de condiciones. Estas suelen ser públicas, transparentes y competitivas.
- Cotización: es un proceso más informal, donde una empresa solicita precios de productos o servicios a diferentes proveedores para seleccionar el más adecuado. A menudo se utiliza para compras de menor valor o cuando no se requiere un proceso formal de contratación.
¿Cómo preparar una licitación?
La preparación de una licitación es un proceso meticuloso que requiere atención a los detalles y un conocimiento profundo de los requisitos del proyecto. Algunos pasos fundamentales para preparar una son:
1. Analizar el pliego de condiciones
El primer paso para prepararla es leer y analizar cuidadosamente el pliego de condiciones.
Este documento, proporcionado por la entidad licitante, establece todos los requisitos técnicos, económicos y legales que deben cumplir los participantes.
Es esencial comprender todos los aspectos del proyecto antes de comenzar a redactar una propuesta. El pliego de condiciones suele incluir:
- Los términos y condiciones del contrato.
- Las especificaciones técnicas del proyecto.
- Los plazos de ejecución y entrega.
- Las condiciones financieras y de pago.
Es importante verificar si el pliego exige la presentación de garantías de seguro, como la garantía de seriedad de la oferta o la garantía de fiel cumplimiento, que son comunes en contratos públicos y de gran envergadura.
2. Evaluar la viabilidad del proyecto
Una vez analizado el pliego de condiciones, es crucial evaluar si el proyecto es viable para la empresa.
Esto implica revisar las capacidades técnicas y económicas para cumplir con las exigencias.
En esta etapa, es posible que se necesite consultar a diferentes áreas de la empresa, como el equipo financiero, técnico y legal. Esto para asegurarse de que se puede presentar una propuesta competitiva.
3. Preparar la propuesta técnica
La propuesta técnica es uno de los componentes más importantes de la licitación.
En ella, se debe detallar cómo la empresa planea cumplir con los requisitos técnicos establecidos en el pliego de condiciones. Debe ser clara, concisa y estar bien estructurada.
Es fundamental demostrar la capacidad de la empresa para realizar el trabajo de manera eficiente y dentro de los plazos estipulados.
La propuesta técnica suele incluir:
- Plan de trabajo detallado.
- Metodología de ejecución.
- Recursos humanos y materiales a utilizar.
- Cronograma del proyecto.
- Experiencia previa y referencias.
Es importante ser realista en esta fase. Prometer más de lo que se puede cumplir puede resultar en penalizaciones o la pérdida del contrato.
4. Elaborar la propuesta económica
La propuesta económica debe ser competitiva y acorde con las especificaciones técnicas.
Aquí se detalla el costo total del proyecto, incluyendo materiales, mano de obra, gastos generales y márgenes de beneficio.
Es recomendable desglosar los costos para que el licitante pueda ver claramente cómo se estructura el precio final.
La propuesta económica también debe considerar las condiciones de pago, plazos y cualquier garantía de seguro que se solicite como respaldo financiero.

5. Verificar la documentación legal
Para evitar la descalificación, es esencial asegurarse de que todos los documentos legales estén en orden.
En Chile, la presentación de licitaciones puede requerir certificados tributarios, antecedentes comerciales, documentos de constitución de la empresa y, en algunos casos, pólizas de garantía o fianzas.
¿Cómo redactar una licitación?
La redacción de una licitación debe seguir una estructura clara y lógica, que facilite la evaluación por parte del comité de adjudicación. Algunos consejos para una redacción efectiva pueden ser:
- Claridad: utilizar un lenguaje preciso y directo. Evitar la ambigüedad y asegurarse de que todos los términos estén bien definidos.
- Orden: seguir la estructura solicitada en el pliego de condiciones. Generalmente, se pide que la licitación esté dividida en dos partes: una técnica y otra económica.
- Detalles: incluir todos los detalles necesarios para que la oferta sea completa y competitiva. No omitir información relevante que pueda llevar a la descalificación.
- Cohesión: asegurarse de que la propuesta técnica y económica estén alineadas. No es recomendable que existan discrepancias entre los dos documentos.
Licitación y seguros
En muchos casos, las licitaciones públicas o de gran envergadura exigen la presentación de garantías de seguro.
Estas garantías sirven para proteger a la entidad licitante en caso de incumplimiento por parte del adjudicatario. Las más comunes son:
- Garantía de seriedad de la oferta: asegura que el oferente cumplirá con los términos de la licitación si resulta adjudicado.
- Garantía de fiel cumplimiento: respalda que el adjudicatario cumplirá con todas las obligaciones del contrato.
- Seguro de crédito: en algunos proyectos, especialmente en contratos de construcción o de gran valor, se exige un seguro de crédito para garantizar que la empresa pueda cumplir con sus compromisos financieros.
Importancia de saber qué es una licitación
La preparación de una licitación es un proceso que requiere planificación, organización y atención al detalle.
En Chile, el proceso de licitación está regulado para garantizar la transparencia y la competencia. Además, comprender los procedimientos legales es clave para cualquier empresa que desee participar en estos procesos.
Al prepararte para una licitación, es importante contar con los recursos adecuados que aseguren que tu empresa cumpla con todas sus obligaciones.
En este sentido, contar con respaldos formales garantizan el cumplimiento de las obligaciones, como los ya mencionados. Es por eso que en Avla te ayudamos a cumplir con estos requisitos mediante soluciones de respaldo financiero flexibles, ágiles y 100 % en línea.
Por eso hablamos de licitaciones: porque sabemos que el acceso a estos contratos no depende solo de una buena oferta, sino también de contar con los respaldos adecuados para postular con seguridad. ¡Solicita tu cotización hoy mismo!